martes, 4 de noviembre de 2008

PIDIENDO UN POCO DE CONCIENCIA

Hoy estoy leyendo el periódico cuando en una sección de dicho periódico específicamente EL UNIVERSAL leo.
"EL SAPITO ARLEQUÍN NO SE VERA MÁS" al leer ese encabezado pensé que no era importante, solo un encabezado para llamar la atención del comprador.
Pero para mí sorpresa no era así; en realidad Venezuela o los Venezolanos somos unos asesinos empedernidos sin cultura y conciencia ecológica.
Ya que poseemos tres mil ochocientas especies de animales en peligro ya sea en peligro critico o no.
El pobre sapito arlequín ya tiene más de diez años que no se le ve en su zona autóctona y por ser endémicas de Venezuela no lo volveremos a ver.
Luego más abajo me entero que en mérida se encuentra en peligro EL AVESTRUZ ANDINO que cada vez se ha visto obligado a ir a zonas más altas e insípidas de dicha zona.
Sobre el ZORZAL es desconocido desde 1908 en Venezuela y para los setentas ya era considerada extinta.

A lo que pienso luego que se me pasa la soberana arrechera que agarro por la inconsciencia de las personas.
Me pregunto: No le duele saber que los hijos o nietos nunca van a poder ver vivo y en su hábitat natural a dicho sapito o a cualquiera otra de las 3800 especies en peligro?
Porque los seres humanos somos auto-destructivos, porque no podemos preservar en ves de deforestar, aniquilar o extinguir y esterilizar zonas completas del mundo?
Cuanto cuesta guardar una lata o botella o cualquier otra cosa que contamine? muchas veces he visto que las personas los botan en los mares, ríos, lagos, por no nombrar a los miles que los botan a orilla de carretera.

Ya que toco este tema les pido queridos conductores que los animales que cruzan las carreteras no están hay para ser estripadas por ustedes no son objeto de diversión. ¡No es muy difícil disminuir la velocidad! muchas veces es todo lo que se necesita para que estos pobres animalitos lleguen al otro lado del camino.

Ya hoy lo que pido es que se haga el milagro de que mis nietos o por lo menos mis hijos puedan observar las aves endémicas de Venezuela, muchas de ellas en peligro de extinción por la caza desmedida.

YO en realidad pienso "Esta tierra es prestada no me pertenece le pertenece a mis hijos y por lo tanto tengo que cuidarla"
Digo si otras personas pensarán así a lo mejor pudiéramos acomodar o mejor dicho resarcir los daños causados durante siglos al planeta.

Y la verdad no lloró porque me he quedado sin lágrimas a través de los años de maltrato ecológico.
Solo pido y tengo la esperanza de que mis hijos vean el esplendor de la naturaleza en tiempo atrás.

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